Didi Grau

El nombre con el que figuro en mi documento es Silvia Viviana Rodríguez, nacida en Buenos Aires en 1955. Pero como cuando nací nadie me preguntó si quería llevar ese nombre, cuando cursaba mis últimos años de Bellas Artes decidí cambiarlo para firmar mis pinturas, y lo hice con el apellido de mi mamá: Grau. Después, por un tiempo, también firmé Silvia Grau mis trabajos de ilustración y mis primeros escritos publicados. Pero, desde hace unos 5 años cambié el Silvia por el Didi, que es el apodo con el que me llaman mis familiares y amigos. Y así me quedé y me voy a quedar, porque me resulta más simpático y me hace sentir en familia. Salvo cuando dicto talleres en escuelas, mi oficio de escribir y de dibujar me tiene demasiado tiempo quieta, así que en cuanto puedo trato de moverme: caminar, nadar, subir un monte. Y por la noche no me voy nunca a la cama sin llevarme algo para leer. Mi primer trabajo como ilustradora lo hice para la revista Billiken en 1980 y mi primer libro como escritora fue Caracú, el caracol en Libros del Quirquincho en 1997. Nunca escribí una novela, pero sí poemas, adivinanzas, guiones de historieta, piezas de teatro y cuentos. Algunos de mis libros publicados son: La máquina de la felicidad, Curumbamba y curumbé, ¿Y la luna dónde está?, Peleonas, mentirosas y haraganas, Cereza y Kiwi, Mago Xul, Quinquela, el pintor de La Boca, Un capote de primera, Riquete el del copete, Un lugar cómodo, cómodo, Cuentos que son de verdá y Rimanumero.